En 2008, con las cotizaciones sociales de los trabajadores en activo en España se pagaban todas las pensiones. En 2012, las pensiones superaron en 28.000 millones a las cotizaciones.
La caída de las cotizaciones entre 2008 y 2012 (20,5% menos en dinero constante) se debe a la crisis económica, pero el incremento del gasto en pensiones (+12%) se debe al mayor número de jubilados por la evolución demográfica, y al esquema de cálculo de las pensiones. Resultado: un agujero directo descomunal, que crece de forma estructural, con alta correlación por CCAA con el envejecimiento de la población.